¿Por qué es menos reconocido económica y socialmente un profesor que forma a los futuros ciudadanos de un país?

Al leer esta columna me hizo recordar ciertos puntos de Hofstadter donde expone cómo la practicalidad y el desprecio por los intelectuales derivo en una vocación mal pagada en el caso de los profesores, a fin de desincentivar la formación de una sociedad crítica y pensante, lo cual aparentemente también importamos si se ve la realidad de los educadores en el país.

Si tienen una respuesta para la pregunta de la discusión, entonces ¿qué creen debería hacerse para cambiar la tendencia?